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Palacio Legislativo

Gestado en las postrimerías del siglo pasado y concretado a principios del siglo XX, inicialmente mediante un concurso internacional de proyectos de arquitectura, sufrió cambios de ubicación, ampliaciones y modificaciones, y fue inaugurado finalmente un 24 de agosto del año 1925.

La historia de la construcción de este Palacio se desarrolla en tres etapas bien definidas.

• La primera de ellas se inicia en la segunda mitad del siglo pasado y llega hasta el año 1902, fecha  en que se dispone por ley el llamado a concurso público internacional de proyectos de arquitectura para la construcción de la sede del Poder Legislativo.

• La segunda etapa se inicia con el llamado a concurso en el año 1903, y comprende todo lo que se relaciona con las ampliaciones, modificaciones, y construcción del proyecto premiado hasta el año 1912, en el que don José Batlle y Ordóñez, entonces por segunda vez  Presidente de la República, entusiasta  propulsor de este proyecto desde sus inicios, da nuevo impulso a la idea de dotar al edificio que se estaba construyendo, de la magnificencia, nobleza, y riqueza artística de terminaciones, que su trascendente destino reclamaba y que por razones económicas se le había retaceado hasta ese momento.

• La  tercera etapa trataría del genial aporte del arquitecto Cayetano Moretti, desde su contratación en el año 1913, hasta la inauguración del edificio en 1925.

Los Mármoles del Palacio

Los  granitos, mármoles, y pórfidos, que se colocaron en el Palacio son todos de procedencia nacional. Se abrieron canteras, se trajeron máquinas para elaborarlos y se ejerció un severo control sobre sus calidades, a tal punto que los mármoles que revistieron las fachadas provocaron grandes dudas y fuertes discusiones con respecto a su calidad. Finalmente triunfó la teoría de quienes sostenían que eran excelentes, se revistieron las fachadas con ellos,  y el tiempo ha demostrado que no se equivocaron demasiado. Los mármoles han cumplido con la función que les fue asignada, y no han tenido otro desgaste que el inexorable del tiempo, los gases y los naturales agentes atmosféricos -como el sol, el agua y el viento- producen en todos las piedras de este tipo.

Para el interior del edificio se eligieron mármoles y pórfidos de los más variados colores, con los que se realizaron trabajos con un éxito sin precedentes ni repetición en nuestro país. La gran sensibilidad de Moretti, su gran dedicación y entusiasmo por el trabajo que estaba realizando, y una mano de obra excepcional que también amaba lo que estaba haciendo, produjeron el milagro de transformar lo que pudo ser solo un importante edificio en una obra de características tan especiales que alcanza el rango de verdadera obra de arte en muchos de sus aspectos.

Fuente: http:// http://www.parlamento.gub.uy/palacio3/index.asp?e=0&w=1152