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Villa Muñoz –Barrio Reus al Norte

El Dr. Reus cruza el Plata y organiza un consorcio, fundando en nuestro medio el Banco Nacional. Más tarde formó una Compañía Nacional de Créditos y Obras Públicas. Entre sus primeras obras figuraron un establecimiento de baños hidroterápicos y el Barrio Reus al Sur.

El Dr. Reus cruza el Plata y organiza un consorcio, fundando en nuestro medio el Banco Nacional. Más tarde formó una Compañía Nacional de Créditos y Obras Públicas. Entre sus primeras obras figuraron un establecimiento de baños hidroterápicos y el Barrio Reus al Sur. No obstante, acariciaba proyectos aún mayores para Montevideo y éstos cristalizaron, pese a todos los inconvenientes humanos y naturales que salieron a su paso, en el bloque de viviendas que hoy constituyen Villa Muñoz.

Para llevar a cabo su idea de construir todo un enorme conjunto de casas sólidas, funcionales y baratas necesitaba el Dr. Reus un colaborador avezado. Y pronto lo halló en la persona del teniente coronel Marcelino Santurio. Este, que había residido en Europa, aprovechó su experiencia de viajero inteligente para estudiar los barrios de viviendas económicas, aptos para alojar decentemente a la gente de trabajo. Una vez en Montevideo trató de encontrar un empresario dotado de capital y ambiciosos propósitos. Con Reus unió capacidades y esfuerzos.

El lugar donde concentrarían todos sus fuegos, fue la chacra de Echeverría, con 68 hectáreas de superficie, que extendía sus tierras entre el Barrio Lavalleja -fundado por Francisco Piria en 1885, en la zona que encerraban los caminos de Goes, Figurita y Pastor- y la zona conocida por La Humedad, que comprendía las quintas de Muñoz, Béjar y Hocquard, denominada así por la humedad que le trasmitía un brazo del arroyo Seco, que cruzaba esas tierras que formaban hondonada.

La compra se efectuó a razón de $ 0,40  el metro cuadrado. Una vez delineadas las calles y establecida el área de los solares se iniciaron las obras edilicias el mes de marzo de 1888.
Nunca el Uruguay había conocido trabajo de tal envergadura. Más de 2.000 hombres por día se ajetreaban en las construcciones, 500 carros de carga iban y venían, trayendo arena y ladrillos, cal, pizarras y vigas. Los hornos de ladrillo no daban abasto. Superada la producción de los montevideanos, se debió recurrir a los hornos de otros departamentos del Uruguay. Una pequeña humanidad afanosa vivía en las obras.

Fueron así surgiendo, con celeridad pasmosa, 27 cuerpos de edificios ubicados sobre 18 manzanas que en total albergaban 531 casas. Los grandes pabellones estaban -y están- separados por amplias calles principales y secundarias; poseían además conexiones con las aguas corrientes y con los caños maestros.

El Dr. Reus tenía además claras nociones de los problemas del transporte. Por eso su pequeña ciudad estaría unida al centro montevideano por los cordones umbilicales de los tranvías de dos líneas: la Oriental y la del Reducto.

El Barrio Reus al Norte muestra una clara definición de una “calle-corredor” en base a una estricta alineación de las fachadas.

La adopción de tipos extrovertidos para resolver la mayoría de las aproximadamente 450 unidades responde tanto a un concepto higienista de la vivienda obrera, como a una ocupación del predio menor a la de la vivienda estándar

El diseño de las fachadas de las unidades muestra un grado diferente de profundización y detalle, así como recursos formales diversos. La resolución de las fachadas a las calles “públicas” o “particulares” no presenta en primera instancia diferencias apreciables, pero los hitos o puntos notables conformados por los techos a la Mansard son exclusivos de las primeras.

Las calles públicas tienen caracteres espaciales diferenciales, marcados en primer lugar por el mayor ancho definido por la separación del plano de fachada, manteniendo su altura uniforme,
lo que se reafirma con el mayor ancho de las aceras y las presencia del arbolado que conforma un ambiente urbano distinto.
Las calles particulares, por sus propias cualidades espaciales, generan ámbitos más íntimos, en los que los balcones individuales casi se tocan, fomentando ampliamente el contacto social.
El carácter singular que pretendió darse al Pasaje del Jardín de privacidad y pintoresquismo, que alude al urbanismo inglés, fue perdiéndose hasta que su carácter cada vez más residual llevó a su fraccionamiento en 1952. 
Ciento setenta y ocho inmuebles del Barrio Reus al Norte y Plazoleta Roberto Fugazot, Monumentos Históricos Nacionales desde 1986.

Fuente http://www.montevideo.gub.uy/sites/default/files/articulo/GMVD_AREA_NOROESTE.pdf

Fuente   http://www.montevideo.gub.uy/ciudad/historia/barrios/villa-munoz