El paisaje de Montevideo ha cambiado drásticamente en sus casi tres siglos de historia. De forma veloz, transitó del precario período fundacional iniciado en 1724, hacia el trazado de una Ciudad Nueva tras la demolición de las murallas coloniales en 1829.
Esta primera expansión de Montevideo, fue acompañada por la aparición de villas y pueblos que en el correr del siglo XIX se integraron a la ciudad como reconocidos barrios. Al finalizar la Guerra Grande (1851) se produce una rápida ocupación de la Ciudad Nueva; un crecimiento que hacia fines del S XIX estaba limitado solamente por la oferta y la demanda. Con el objetivo de ordenar esta nueva expansión, se aprueba en 1878 el trazado del Boulevard General Artigas, definiendo así un nuevo sector: la Ciudad Novísima.
La ciudad espejo y reflejo de la vida de sus habitantes; atravesada por la cotidianeidad, el devenir del tiempo, los hitos históricos, los modelos económicos y sociales, el cambio de paradigmas. José P. Barrán, advierte que hacia 1900 se está en presencia de sentimientos, conductas y valores diferentes a los que habían moldeado la vida de la sociedad en Uruguay hasta por lo menos 1860. Los límites de la ciudad se expanden y una nueva sensibilidad, más disciplinada o ¨civilizada¨, se instala en las primeras décadas del siglo XX.