"Buenas tardes, gracias a todas y todos por estar aquí, en esta jornada de múltiples celebraciones.
Es un honor para mi, haber tenido la oportunidad de llevar adelante la concreción final de este largo anhelo, de esta deuda que Montevideo tenía con su historia, nuestra historia. Por eso hoy la alegría se siente diferente acá en Ciudad Vieja, porque culminar una obra de estas características y relevancia, sabemos, siempre es fruto de muchos esfuerzos colectivos.
Por eso me parece importante empezar reconociendo y agradeciendo, sumándome a lo ya expresado por María Inés. Hoy no estaríamos acá sin la lucha esperanzada por la recuperación del solar que nos precedió. Me refiero a Dari Mendiondo y la Comisión Pro Solar de Artigas, al Concejo Vecinal 1, a las vecinas y vecinos de Ciudad Vieja, al ex alcalde Carlos Varela y el Concejo Municipal, que con escucha y voluntad política destinaron presupuesto para la compra del solar.
Me parece importante destacar la potencia que tienen los Municipios, para poder acompañar procesos e iniciativas ciudadanas, desde la cercanía. Y acá quiero agradecer muy especialmente a nuestro Concejo Municipal, por el apoyo permanente en todos estos años, y desde el primer día, cuando definimos darle prioridad absoluta en nuestro Plan de Desarrollo Municipal. Somos conscientes que haber emprendido el desafío de esta puesta en valor patrimonial, trasvasa la escala de lo que puede hacer un Municipio, en todos los sentidos. Por eso quiero agradecerles de corazón la confianza a mis compañeros y compañeras de nuestra fuerza política Jorge Cossani, Ivonne Quegles, Chabela Zarrillo, Fernando Berta, Cristina Olivera y a los Concejales Rosauro San Román y Juan Manuel Olazábal.
Agradezco aquí también a la intendenta, Carolina Cosse, que acompañó de cerca desde el primer encuentro, en plena pandemia, respaldó el proyecto junto a su equipo y sumó un importante apoyo presupuestal para la concreción final de la obra.
La primera reunión que tuve, apenas fui electa alcaldesa e incluso antes de asumir, fue con la entonces Decana de Facultad de Humanidades Ana Frega, quien me buscó para compartir su preocupación por hacer una investigación histórica y arqueológica del solar. A ella, muchas gracias por aquella primera conversación, y por todo lo que vino después.
Gracias al equipo de historiadores y arqueólogos por el impresionante trabajo que llevaron adelante. A Nicolás Duffau y Franco Morosoli por la investigación exhaustiva sobre el Solar y sus transformaciones, por dar pistas al trabajo arqueológico y por sumar una mirada más amplia sobre la Ciudad Vieja de esa época. Gracias a Elizabeth Onega, José López Mazz y todo su equipo por las largas jornadas a pico y pincel, durante dos años, buscando las trazas y vestigios de la casa original. Me provoca mucha admiración, como arquitecta, el trabajo de los arqueólogos por dar materialidad a nuestra historia, romper el piso, remover capas y capas de tierra hasta llegar a 300 años atrás. Gracias a este trabajo, hoy podremos apreciar los muros originales de la casa, el piso de la cocina, la cisterna y objetos que pertenecieron a la familia.
La casa demuestra que esas capas sucesivas de la historia, sobre las que hoy vamos a estar caminando, dan cuenta de que la ciudad es permanencia y cambio. Y con ella, con esta casa de venas abiertas, accedemos a resignificar nuestra historia, a conocer un poquito más nuestra cultura, nuestro patrimonio.
Poner en marcha un proyecto arquitectónico, una obra, acompañada de la investigación arqueológica, y los tiempos administrativos, ha sido todo un desafío lleno de aprendizajes. En este camino, quiero reconocer la complicidad y el talento del arquitecto Carlos Pascual, quien diseñó y rediseñó el proyecto a medida que fueron apareciendo nuevos hallazgos. Agradezco también al arquitecto Enrique Casellas del Municipio, que se puso al hombro la dirección de obras. Agradezco a José Garín y todo el equipo de Súbito, a cargo del proyecto museológico que en breve vamos a apreciar. A Laura Ibarlucea que tuvo a cargo la gestión cultural de la puesta en valor, y a todo el equipo del Municipio B.
Agradezco a la Unidad de Patrimonio y la Comisión Especial de Ciudad Vieja de la Intendencia de Montevideo y a la Comisión de Patrimonio Nacional, que siguieron de cerca la puesta en valor durante estos años.
Gracias a Gabriela Palenga y todo el equipo de la Constructora Eparor.
Agradezco también a todos los obreros y técnicos, que con su esfuerzo físico pero sobre todo su sutileza y manualidad , trabajaron sobre la casa, cuidaron los hallazgos arqueológicos, demostraron su compromiso laboral y profesional y su auténtico orgullo por estar trabajando sobre la casa natal de Artigas, con el inocultable cariño para con el fruto de su propio esfuerzo.
Trabajar desde el Municipio B, para aportar a la revalorización de una parte importante de la vida de Artigas y de la ciudad, ha implicado un desafío por fuera de nuestras “competencias”, que asumimos con el convencimiento político de la importancia que tiene el cuidado y la recuperación de nuestro patrimonio, creo que hemos estado a la altura. Aun asi, queda en evidencia la necesidad de poder contar un fondo público nacional, para la recuperación del patrimonio en nuestro país.
Cuidar del patrimonio es cuidar también nuestra historia. Jerarquizar en nuestras políticas la apertura de un espacio patrimonial destinado a promover la memoria y la cultura, ha sido una prioridad para el Municipio B.
Y en esta articulación virtuosa con la Intendencia de Montevideo, a partir de ahora tocará al Departamento de Cultura asumir y liderar la gestión del Espacio, retomando la impronta con la que venimos trabajando desde el primer día en todos los proyectos: ensanchando la participación. Por eso aquí, vamos a trabajar mancomunadamente en un modelo de gestión asociada comunitaria, es decir, junto a las organizaciones sociales y culturales vinculadas al Artiguismo y al barrio. Me refiero a la Comisión Pro Solar de Artigas, al Concejo Vecinal 1, a los colectivos Afro, a descendientes de la Nación Charrúa, a la Universidad, al Instituto de Profesores Artigas, y a otros que se irán sumando.
Para terminar, quiero compartirles que junto a la casa, estamos inaugurando hoy una muestra creada por niñas y niños de 6 escuelas públicas del Municipio, con quienes venimos trabajando desde hace 4 años, en integrar las miradas de las infancias a la construcción de la ciudad. Les invito a que lean las reseñas que escribieron junto a los dibujos, donde destacan un José Artigas niño, amigo de los niños esclavizados, jugando a la par en una Montevideo plural, cosmopolita y diversa. Una mirada al pasado, que proyecte el futuro.
Tal como auguró Mariano Arana, que merecía estar presente en este momento y ciertamente lo está en el cariño que le profesamos, “Pensar a la casa de Artigas no como un predio para la nostalgia, sino más bien una afirmación para la historia viva, siempre viva”. Muchas gracias."
Silvana Pissano, alcaldesa del Muncipio B
19 de junio de 2024