El martes 29 de marzo el territorio del Municipio B acogió la movilización y acción artística #PorElAgua organizada por "Coordinación por el Agua". Más de 30 organizaciones y colectivos nucleados en la Coordinación por el Agua se concentraron en la Plaza Cagancha bajo la consigna “Sin contaminación, ni extractivismos, ni extranjerización del agua”, en el marco del 22 de marzo, Día Internacional del Agua.
La Coordinación por el Agua es una articulación integrada por varios colectivos y personas autónomas. Durante la actividad se realizaron una serie de intervenciones artísticas y música en vivo. La actividad contó con el apoyo del Municipio B.
Durante la concentración se hizo lectura de una proclama escrita en conjunto por los colectivos y organizaciones convocantes que culminó con la afirmación: “El agua no se regala ni se vende, el agua se defiende”.
Además, las distintas organizaciones participantes mostraron sus propios reclamos de diferentes formas. Por ejemplo, el Colectivo Ecofeminista Dafnias exhibía un cartel que decía “Defendamos el agua, poniendo en el centro la vida”. Además, participaron colectivos de pueblos originarios que realizaron un llamado charrúa a las cuatro direcciones.
Fragmentos de la proclama
“El agua es un bien común, finito, esencial e insustituible para la vida, al que todo ser vivo tiene derecho, y se encuentra profundamente amenazado. Esto atenta contra la vida en todas sus formas e impacta en nuestro presente y futuro”.
“Las principales actividades productivas actuales como la agricultura extensiva, el extractivismo –en todas sus formas–, la gestión de la basura, entre otros factores, han llevado a que este bien fundamental esté profundamente amenazado”
“Los monocultivos forestales, sojeros y arroceros se han extendido a niveles nunca antes vistos (...) Los agrotóxicos impactaron fuertemente en las fuentes de aguas superficiales y subterráneas, experimentando en todo el territorio nacional un deterioro alarmante, así como un impacto directo en la salud de quienes viven en las cercanías de las plantaciones”.
“Vivimos en una pandemia silenciosa desde hace décadas: la del agua. La que están sufriendo las cuencas de nuestros ríos y napas subterráneas, debido a un sistema que no mira ni mide consecuencias, sólo ganancias (...) no sólo protege la tierra y el agua, sino también a las personas”.