La actividad “Mujeres construyendo comunidad, transformando historias” se realizó el miércoles 20 de marzo en la Sala de Sesiones del Cuerpo.
Se llevó a cabo en el marco de la 14ª edición de “Marzo, mes de las mujeres”, con el propósito de homenajear a mujeres que trabajan por la comunidad en Montevideo; para ello se eligieron dos de estas referentes por cada uno de los ocho municipios.
Las mujeres distinguidas fueron: por el Municipio A, Alma Carmona y Ana María Guarga; por el B, Margarita Puig y Selva Tabeira; por el C, Olga “Marita” Silva y Alma Shano; por el D, Teresita Vega y María “Pelusa” Alfaro; por el E, “Raquel Gianni” y Adriana Carvalho”; por el F, Gladys Ferrúa y Cristina Soria; y por el G, Zulema Pereira y Rosa Vidarte. Por el Municipio CH aún no han sido confirmadas.
Además se contó con la presencia de alcaldes, autoridades municipales y departamentales, referentes de cada municipio, así como de familiares de las homenajeadas y de vecinos y vecinas.
¿Quiénes son las mujeres homenajeadas a propuesta del Municipio b?
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Selva Tabeira
Nació en Minas en 1958. Estudió primero preparatorio -orientación Medicina- y luego se formó como auxiliar de enfermería.
Sus primeras experiencias laborales fueron en el Hospital Musto y el Hospital Español, fue descubriendo lo que había por hacer y por mejorar respecto a la situación de la salud mental.
Trabajando ya en el Hospital Psiquiátrico Vilardebó, la conmovió especialmente la situación de los internados judiciales, los llamados usuarios judiciales. Judicialmente declarados inimputables, se determina su internación en el Hospital Vilardebó como medida curativa.
Pero ese hospital entonces no contaba con un dispositivo específico para la rehabilitación de este tipo de pacientes, lo que los condenaba a permanecer allí por muchos años, con una perspectiva sin sentido y atemporal, sin un horizonte visible.
Esta realidad movilizó a Selva y decidió que era momento de hacer algo por cambiarla.
En el año 2008 inicia su proyecto de rehabilitación psicosocial del usuario judicial y otros, que comienza constituyendo un espacio laboral llamado “Taller Sala 12” del Hospital Psiquiátrico Vilardebó y que tiene su continuidad en la comunidad, con la promoción y la inclusión social y laboral de los internados e incluso de su entorno familiar.
El proyecto fue creciendo: lograron tener un espacio dentro del Hospital en el que cuentan con las herramientas necesarias para brindar capacitación a los usuarios en distintos oficios; herrería, soldadura, carpintería, tallado en mármol y en madera, serigrafía, albañilería.
A partir de esta experiencia surgió la necesidad de darle continuidad al proceso de resocialización del usuario judicial internado, acortando los plazos de internación. Para ello elaboró un proyecto de reinserción social llamado Residencia “El Trébol”, que se concretó en octubre de 2015. El espacio comprende una residencia fuera del ámbito hospitalario para la estadía transitoria de usuarios que, estando en condiciones psiquiátricas de egresar, puedan contar con autorización judicial para su egreso a dicha vivienda.
La humanidad y calidez promovidas por Selva han facilitado el proceso de integración del equipo, generando un fuerte vínculo entre sus integrantes y con los pacientes.
El carácter transformador de Selva no solo radica en su disposición para el trabajo, en su preocupación por la realidad de los menos favorecidos y su compromiso con la salud, sino en su capacidad para generar los apoyos necesarios para que sus proyectos crezcan.
Los usuarios junto a sus familiares y entorno, impulsados por Selva, crearon la Cooperativa Social de Lavadero (“Dodici”) para lograr la tan anhelada inserción laboral.
Con la consigna "Salud mental sin prejuicios" en sus paredes, luce el lavadero industrial inaugurado en 2017 en el barrio La Comercial, producto del trabajo y del amor, en una gran referente de ocho ex pacientes del Hospital que nos demostraron que reinsertarse en la sociedad es posible, con trabajo, lucha y esfuerzo están rehabilitados y saldrán delante.
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MARGARITA PUIG
Muchas veces la vida nos lleva a conocer a seres que aportan un gran contenido social en beneficio de la comunidad y logran una permanencia a puro esfuerzo personal. Luchadora social, buena vecina, jefa de Hogar y ante todo una voluntaria de la vida.
Margarita hace más de 30 años que está cerca de su gente a través de su querida Ciudad Vieja. Sus comienzos en la Junta Local como novata de Concejal Vecinal y unas de las primeras del género, hasta convertirse en una referente.
Tiene una continuada participación en los Concejos Vecinales en su nueva etapa, hasta el día de hoy. En varios períodos consecutivos fue la Concejala mas votada de la Sub Zona Ciudad Vieja y de todo el Concejo Vecinal 1, presidiendo el mismo en varias oportunidades.
La vida le fue jugando momentos difíciles en lo personal, con subidas y bajadas en el camino pero nunca dejando de ser participe de la preocupación por su barrio. Buscando historias, acompañado a vecinos y compañeros.
Siempre allí se la puede ver, en la esquina de Pérez Castellanos y Washington, en su silla, con su termo y mate dulce. En una vida de cuentos, anécdotas y vivencias.
Sus 85 años reflejan un pasar de militancia social en su vida, con defectos y virtudes, pero siempre con el objetivo de mejorar su lugar de vida.
Por eso y por mucho más, un sentido, humano y social homenaje de este Municipio.