El primer grupo de estos peninsulares laboriosos trabajaba en las quintas de verdes campos que hoy están ocupadas por edificación. Ya en el siglo XX , a partir de 1913, otro grupo tenía sus actividades en el cercano mercado agrícola.
La zona era conocida en sus primeras épocas, cuando estaba poblada por quintas, por "La Humedad", la razón de este nombre debe buscarse en que un brazo del Arroyo Seco atravesaba por estos terrenos y en las inmediaciones anegaba los bajos,
En el "Ferrocarril" de marzo de 1871 se publicaron avisos que daban cuenta de remates por orden de la empresa "La Comercial" realizó Florencio Escardó. El plano correspondiente había sido levantado por el Agr. Antonio Dupard en junio de 1870; Se ofrecieron en venta 200 solares frente a la plaza de frutos de los tres cruces en las actuales calles Hocquart, Pagola, Cabildo, Nueva Palmira, Requena, entre otras, de 10, 12 y 25 varas de frente por 40 o 45 de fondo.
Por 2 pesos semanales o 10 mensuales, pagaderos en 3 meses o más, los compradores se podían hacer propietarios. Había además un horno de ladrillos, pileta, unos 20 mil ladrillos sueltos a bajo costo y un inmenso aljibe manantial de uso colectivo. El mismo diario montevideano con fecha 24 de marzo de 1871 difundía el rumor de que los propietarios de la empresa "La Comercial" eran el general Mitre y la casa Martínez de Hoz de Buenos Aires. En el anuncio del remate de tierras que se iba a realizar el 22 de junio de 1884 se caracterizaba así el lugar: Los terrenos a subastar, conocido cómo la antigua quinta de Eugenio Courras, estaban situados en las inmediaciones de los 3 cruces y a tres cuadras de la capilla "Del Buen Pastor". Los cruzaban las calles Hoquart, Cufré, Nueva Palmira, esta calle decía "que sale de la Aguada y llega a 3 cuadras de este terreno y que está toda empedrada".
Cómo hecho digno de mención, el aviso destacaba que "el gran edificio de la Penitenciería sólo dista 2 cuadras de éste terreno". Detrás del establecimiento de detención (Miguelete), inaugurado en 1888, se encontraba el barrio del Retiro, en terrenos que formaban parte de la quinta de José de Béjar, éste fué fundado por e residente argentino Ramón Dominguez en 1869. Llegado el día del remate la propaganda es más explícita, más descriptiva. Se encarece la futura prosperidad de la zona al anunciarse la próxima apertura de la "Nueva plaza de Frutos", se dice luego que dentro de un mes empezarán los trabajos de empedrado y compostura de todos los caminos de los alrededores "par los que hay ya 40 mil pesos presupuestados".
Las calles que pasan al frente de éstos 471 solares "de inmenso porvenir" tienen 20 varas de ancho, éstos solares no son un erial, no son sólo tierra y pasto, están cubiertos "con grandes parrales y magníficos árboles de sombra". Pero en medio de tantos lotes hay uno que es "una taza de plata";
Todo el terreno que mide unas 400 varas cuadradas está lleno de ricas y escogidas plantas , flores, naranjos, durazneros, damascos, guindas, manzanas, una gran glorieta de jazmines, un gran parral, muchísimos rosales y flores finas, todo de lo mejor. Nada se olvidaba en el enunciado: luego de destacar los valores de las edificaciones de la quinta es decir que el barrio, alto y dominante era una especie de techo orográfico de Montevideo.
El naciente barrio vio pasar desde febrero de 1875, el tren de caballos que unía Goes con la Aduana. Más adelante durante la presidencia de Williman, se inauguró el tren eléctrico con el Nº 12; También desde septiembre de 1878 cruzó la zona el ferrocarril que iba hasta Maroñas desde la estación del Cordón, partía de allí, pasaba por debajo de los viaductos de Tristán Narvaja, Sierra y Arenal Grande e iba por detrás del Buen Pastor. En los días de encuentros deportivos en el Parque Central había allí una parada, los vecinos bromistas lo llamaban el "tren de los patos" porque los días de carreras de caballos los aficionados sacaban boletos de ida y vuelta, para poder volver sin sobresaltos. Si en 1867 la zona estaba poblada por quintas como las de Francisco González, Molinari, Talabuert, Menéndez, Villanova, Errazquin, Pretti entre otros, en 1920 existían aún algunas en el barrio.
Desde Defensa hasta Cabildo dónde se encontraba la cárcel de mujeres, estaba la quinta de Vallarino, hasta 1925 perdura la quinta de Sanguinetti, en la calle Miguelete.
En 1909 se inauguró en "Buckingham Salon" en Justicia y Pagola, la entrada a este cine costaba 5 centésimos y la función duraba entre 14 y 20 horas, en los entre actos un pianista batía minuciosamente el teclado. La sala se llamó posteriormente "Rex". Otros vecinos se ubicaron desde 1901 frente al convento el Buen Pastor ocupando las calles La Paz, Defensa, Municipio (hoy Martín C. Martinez) y Orillas del Plata(hoy Ferrer Serra). El asilo el Buen Pastor se inauguró en 1876 para favorecer en él a numerosas almas "más ignorantes que culpables"; junto a el se hallaba un templo y ambos fueron el fruto de los trabajos y contribuciones de las Sras. Sofía Jackson de Buxareo, Clara Jackson de Heber, Elena Jackson y la Sra. Manuela Alarcón, viuda de Joaquín Errazquin, donante del predio que fuera quinta de veraneo.
Fuente: Los barrios de Montevideo