La muestra “Esta es mi historia, ¿y la tuya?” quedará abierta al público el viernes 6 de mayo, a la hora 17, en el Centro de Exposiciones Subte (plaza Fabini, Av. 18 de Julio y Julio Herrera y Obes).
El colectivo Memoria en Libertad en esta exposición presenta objetos realizados por presas y presos políticos, que fueron entregados a niñas, niños, adolescentes, familiares, familias amigas o vecinos.
En el Mes de la Memoria, la muestra registra parte de lo vivido por miles de familias durante el terrorismo de Estado en Uruguay.
Es organizada por Memoria en Libertad y el Subte, con la colaboración de sala Zitarrosa, el Centro de Fotografía (CdF) de la Intendencia de Montevideo, el Municipio B y Crysol.
La exposición podrá visitarse hasta el 27 de mayo, de lunes a viernes en el horario de 12 a 19. La entrada es gratuita.
Acerca de Memoria en Libertad
Es un colectivo de personas que sufrió las acciones directas del Terrorismo de Estado durante su infancia y adolescencia. En el 2008 se fundó como un espacio de reconstrucción de la memoria colectiva, donde compartir situaciones que como niños, niñas y adolescentes vivimos, torturas sicológicas sistematizadas, nacimientos en cautiverio, robo o desaparición, torturas físicas, exilio, secuestro, robo de bienes materiales, persecución, clandestinidad, abuso sexual. Las experiencias de estos, hoy adultos, como la de otros cientos de miles, sigue siendo invisible para la mayoría de los uruguayos.
Texto curatorial
Esta exposición rescata parte de la memoria de lo vivido por miles de familias durante el terrorismo de Estado (1968-1985) en Uruguay y aporta a la visibilidad de la situación de niñas, niños y adolescentes durante este período. Los objetos que se presentan fueron realizados por presas y presos políticos en condiciones penosas y precarias a lo largo de todo el país, o por personas durante el exilio.
El recuerdo de esos regalos fue fundamental en el imaginario de las infancias y la construcción de la memoria colectiva. Estos tesoros son expresión de la lucha contra el tiempo y la distancia, portadores de mensajes de afecto, resistencia y esperanza. Para quienes los recibimos eran la extensión material de nuestros seres queridos, ausentes por la cárcel o el exilio, eran compañía, cuidado, presencia y amor, y hablan de nuestra historia personal y colectiva así como invitan al espectador al reencuentro y relato de su propia historia.
Recabar información y datos para esta muestra nos permitió indagar sobre recuerdos, fechas y trayectorias desde nuestras infancias. A través de dinámica de conversatorio se busca visibilizar y reflexionar colectivamente sobre afectaciones y transmisiones transgeneracionales de experiencias en referencia al terrorismo de Estado a partir de las vivencias de quienes participan. En la medida que estas voces silenciadas emergen en el espacio público, complejizan los discursos hegemónicos sobre el pasado reciente revelando aspectos poco conocidos que muestran hasta qué punto se infiltró el terrorismo de Estado en las vidas cotidianas.