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Primer año de gestión

Palabras de la alcaldesa Silvana Pissano a un año de gestión.

El 27 de noviembre cumplimos un año de aquella mañana de sol en la Seregni, nuestro primer día como gobierno del Municipio B, desde donde comenzamos a caminar nuestro proyecto político, un proyecto que apuesta a dispersar los espacios de poder, a la transparencia, al diálogo y a la escucha. 

Defender siempre lo público por sobre lo privado, lo colectivo por sobre lo individual. Eso hemos hecho en este año, apostar a la potencia de la cercanía y la capacidad de transformación que tiene lo pequeño. Eso a mi entender es el municipalismo y desde ese lugar lo estamos trabajando en el Concejo Municipal. 

En este camino hemos apoyado a cooperativas de viviendas, impulsamos la creación de una comisión para autogestionar la huerta agroecológica en el Patio Mainumby, estamos trabajando en el fortalecimiento de una red de huertas comunitarias, en Reus Ansina estamos recuperando espacios para la memoria y la reparación simbólica de la comunidad afrouruguaya

Estamos recuperando el solar donde nació Artigas, con prospección arqueológica al tiempo que la obra avanza. Será un espacio patrimonial de cogestión comunitaria. Estamos dando materialidad a proyectos que darán visibilidad a lugares importantes de nuestro patrimonio material y simbólico, a la memoria, a cómo se expresa en nuestros barrios. 

Y en esa mirada que reconoce la potencia de lo pequeño, me enorgullece el proyecto “Mi escuela, mi barrio” donde fuimos capaces de poner a los niños y niñas de 3 escuelas públicas a pensar en clave de urbanismo y hacer sus propuestas para mejorar sus entornos. Se trata de una fuerte labor de articulación interinstitucional con la comunidad educativa a favor de las infancias

Apenas asumimos, iniciamos un proceso donde logramos convocar a cientos de personas para construir nuestro Plan de Desarrollo Municipal, recibimos demandas, preocupaciones y muchas propuestas para mejorar nuestros barrios. Hoy es nuestra hoja de ruta, es un ejemplo concreto de que otro modelo es posible. Y para esto importan mucho los procesos. Es tan importante el qué hacemos, como la forma en que hacemos las cosas. Por eso, creamos mecanismos de seguimiento y control de las políticas públicas que vamos poniendo en marcha. Se trata de involucrar a la ciudadanía desde el vamos y también en la propia implementación y control de la ejecución. Ésto lo estamos haciendo a nivel Municipal a todas las escalas: convocatorias abiertas a iniciativas culturales, llamados a organizaciones sociales, reconociéndolas como actores políticos, y por supuesto, todos los procesos licitatorios que implican hacer obra. 

Estamos dando respuesta a la emergencia social, poniendo en el centro la dignidad de las personas. Apoyamos  a las ollas y merenderos, que son la expresión más radical de la solidaridad entre las y los vecinos. Hemos apoyado a las personas que viven en pensiones para que pudieran permanecer en en los tiempos más duros bajo techo. Apoyamos las iniciativas del colectivo de personas en situación de calle abriendo espacios de trabajo a través del proyecto de baños públicos propuesto por el propio colectivo. Ha sido un proceso transformador construido en pie de igualdad, para el bien común. 

Quiero destacar algo: todas las decisiones vinculadas a la emergencia social fueron aprobadas por unanimidad en nuestro Concejo Municipal. Somos un órgano colegiado con integrantes de diversos partidos políticos, con enfoques diferentes. Sin embargo hemos sabido trascender las diferencias para poner en el centro la vida de las personas y sus preocupaciones. 

Si pienso en los próximos pasos, el mayor desafío que tenemos es el de poder generar pactos de vecindad, aportar a que entre vecinas y vecinos seamos capaces de llegar a acuerdos para convivir más y mejor. Tenemos el desafío de que más vecinas/os se involucren en la cuestión municipalista, que tengan ganas de ser concejales vecinales, que levanten su bandera por el derecho a la ciudad, que sean parte, que cuiden los árboles que plantamos, que nos exijan más árboles nativos. 

Tenemos el gran desafío de instalar el rol municipal en un nuevo paradigma, el de los cuidados. Como hacemos siempre las feministas, transformar lo personal en político, haciendo visible el trabajo que hacen sobre todo las mujeres para resolver el cuidado de la vida. Pensar en barrios que cuiden. Cuidar a quienes cuidan. Ese es el camino que queremos transitar, porque estamos convencidas de que cuidar nos transforma.

Por último quisiera agradecer a todo el funcionariado del Municipio B que está en la primera línea, en el contacto directo y cotidiano con las y los vecinos, por el compromiso y el esfuerzo a lo largo de este año tan complejo, signado por la pandemia. Gracias también a las y los Concejales Vecinales por el diálogo y la apuesta a construir comunidad en los barrios. Gracias a todos los colectivos y organizaciones que han estado cerca, demandando, exigiendo y también aportando sus agendas para el bien de todas y todos. Gracias a las vecinas y vecinos que se han acercado al Municipio, gracias por la paciencia y por querer lo mejor para nuestros barrios. ¡Sigamos construyendo colectivamente barrios que cuiden y nos cuiden! 

Silvana Pissano
Alcaldesa Municipio B