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BENEDETTI EN SEREGNI

Los Concejos Vecinales 1 y 2 homenajearon a Mario Benedetti en sus 100 años.

La actividad se llevó a cabo el viernes 18 de setiembre en el Parque Líber Seregni.

Se realizó en el marco del aniversario número 100 del natalicio del poeta y escritor Mario Benedetti. Y se enmarcó en una serie de actividades previstas en la ciudad.

Contó con la disertación del escritor Ignacio Martínez (Presidente del Departamento de Cultura PIT-CNT) y hubo lectura de poemas y relatos de Mario Benedetti por parte de varios de los presentes: Concejales Vecinales, integrantes de las Comisiones de la Cultura de los Concejos Vecinales 1 y 2, la directora del Municipio Andrea Callejas, entre otros.

La actividad contó con el apoyo del Municipio B, el Programa Esquinas de la Cultura, el PIT-CNT y el SINTEP.

El Alcalde Interino del Municipio, Víctor R. Porratti, envió un saludo destacando la importancia de esta actividad y el homenaje. Más imágenes de la actividad. 

Compartimos las palabras del escritor Ignacio Martínez en el homenaje

“Buenas tardes amigas y amigos que se han hecho presentes en esta plaza hermosa, Líber Seregni, para homenajear a don Mario Benedetti.

Buenas tardes amigos organizadores de la Comisión de Cultura del Zonal 2, del Concejo Vecinal 1 y de la Biblioteca “Juan José Morosoli”, ese lugar de formación y resistencia, de bálsamo y lucha, de encuentros con otros y con uno mismo, de construcción de la cultura transformadora. Gracias a quienes apoyaron esta actividad desde el Municipio B, desde Esquinas de la Cultura, de SINTEP y del propio PIT-CNT. Gracias a todos por darme esta oportunidad que me honra.

También le voy a decir buenas tardes a Usted, don Mario, porque lo hemos llamado para que se acerque hasta acá por un momento aunque, en realidad, sabemos que no se ha ido nunca.

Usted es un incansable trabajador de la cultura, sí señor. Recuerdo cuando me dijo, hace más de 30 años, cuando yo comenzaba a publicar en forma sostenida, que sus primeros 5 o 6 libros se los había financiado usted mismo y que había que trabajar mucho para editar. Ese, tal vez, sea el comienzo de muchos escritores, pero, ¡qué suerte para nosotros que Usted lo hizo y se mantuvo en ese empecinado esfuerzo por llegar a sus prójimos y prójimas, más próximos o más lejanos!

Ni ahora ni después
ni al mediodía
ni en la tarde brevísima
ni en la noche pesada
ni mañana
ni dentro de diez días
tendré
lo que se dice
tiempo
de ahí que el descanso sea
una gloriosa
inmerecida siesta
que siempre duermen
otros.

Usted no descansa nunca ¡qué siesta ni qué siesta! Ni siquiera un día como hoy descansa Usted a pesar de sus 100 años a cuesta. Está presente en cada homenaje que se hace en escuelas y liceos, en sindicatos y plazas, en teatros y clubes deportivos, en bibliotecas y universidades.

Está en cada lugar que lo llaman, acá en Uruguay o en Argentina o en Cuba o en España.

Está en cada uno de sus libros que hoy se abre en 10 o 20 idiomas. Está en las obras de teatro o en las películas, está en cada uno de sus poemas que se colocan en un mate, en marca-libros o en las paredes.

Está en las palabras que hablan de Usted, en las canciones que cantamos, en las músicas que se hicieron para las letras que escribió Usted y en Usted mismo por el legado que nos ha dejado.

Permítame tutearlo por un instante con sus propias palabras.

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Es su luz, don Mario, la que ilumina este homenaje. Y qué hermosa coincidencia, don Mario, que también sea Luz el nombre de su esposa, de su musa, de su amiga, de su compañera, de su amante y confidente, casi como la misma poesía personificada en el amor que se dispensaron mutuamente y, como diría Usted,…y viceversa.

Estoy aquí, pero no vine solo. No hablo a nombre de nadie, pero puedo decir que detrás de mis palabras están las vecinas y vecinos de Montevideo que Usted ama tanto. Están los trabajadores organizados. Están las niñas y los niños y los jóvenes que lo conocen o lo conocerán pronto, porque Usted y sus poesías, como el tango, saben esperar y serán descubiertos.

Detrás de estas palabras, Don Mario, también están los que no pudieron venir, pero que, como Usted, siempre están presentes porque sus madres y sus familiares estuvieron y están presentes, y lo seguirán estando hasta la verdad y hasta la justicia, y luego seguirán estando hasta la memoria que Usted y su obra siempre ayudan a sostener.

cuando empezaron a desaparecer
como el oasis en los espejismos
a desaparecer sin últimas palabras
tenían en sus manos los trocitos
de cosas que querían

están en algún sitio / nube o tumba
están en algún sitio / estoy seguro
allá en el sur del alma
es posible que hayan extraviado la brújula
y hoy vaguen preguntando/ preguntando
dónde carajo queda el buen amor
porque vienen del odio

Ellos, como Usted, a pesar de todo, han encontrado el buen amor. El odio que los hizo sucumbir no los ha derrotado porque, como Usted, empecinadamente están acá vibrando en las baldosas, en las ramas de los árboles, en nuestros pulsos y nuestros impulsos. Usted mismo lo dijo:

Sigo en pie
por latido
por costumbre
por no abrir la ventana decisiva
y mirar de una vez a la insolente
muerte
esa mansa
dueña de la espera

sigo en pie
por pereza en los adioses
cierre y demolición
de la memoria

no es un mérito
otros desafían
la claridad
el caos
o la tortura

seguir en pie
quiere decir coraje

o no tener
donde caerse
muerto.

Así es, Don Mario. Si hay memoria, si hay legado y huella y esperanza, la muerte no es otra cosa que la confirmación de la vida. Y en eso estamos con sus palabras como estandarte:

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas

defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias

Para nosotros la alegría es estar acá, es encontrarnos acá, es estar con Usted acá construyendo, subidos al andamio que nos dicta la gente y la conciencia.

Me viene a la memoria cuando Usted y yo integramos una lista gremial de autores en el año 2005 ¿se acuerda? El emblema decía “Por una política cultural transparente al servicio del cambio”. Hemos aprendido mucho, don Mario. El cambio lo estamos construyendo porque nosotros también estamos cambiando, porque las victorias nos alientan y las derrotas también, y ambas nos enseñan y lo más importante: todos estamos dispuestos a aprender.

Hoy decimos fuerte y claro “Los cambios son culturales o no son”. Así opinamos los trabajadores uruguayos organizados. Así lo hemos ratificado en 4 encuentros de la cultura hechos por los trabajadores que decidimos andar por estas transformaciones el mismo día de su partida.

Sí, así es. Mientras lo llevábamos en andas en mayo del año 2009, en cada paso íbamos pensando en crear una comisión de cultura de los trabajadores para seguir andando. Y la formamos. Y aquí estamos, don Mario, tratando de ser gente como a Usted le gustaba. A nosotros también nos gusta

la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.

Soms gente de palabra y hacemos de la palabra una de las mejores expresiones para comunicarnos francamente, honestamente, honradamente, siempre de frente.

No me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si usted habla de progreso
nada más que por hablar
mire que todos sabemos
que adelante no es atrás

si está contra la violencia
pero nos apunta bien
si la violencia va y vuelve
no se me queje después

si usted pide garantías
sólo para su corral
mire que el pueblo conoce
lo que hay que garantizar

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si habla de paz pero tiene
costumbre de torturar
mire que hay para ese vicio
una cura radical

si escribe reforma agraria
pero sólo en el papel
mire que si el pueblo avanza
la tierra viene con él

si está entregando el país
y habla de soberanía
¿quién va a dudar que usted es
soberana porquería?

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

no me ensucie las palabras
no les quite su sabor
y límpiese bien la boca
si dice revolución.

Ah, don Mario, don Mario. Una vez Usted escribió:

quién hubiera dicho
que estos poemas míos
iban a ser
de otros.

 

Permítame decir:

Quién hubiera dicho

que estos poemas suyos

iban a ser

nuestros

y que sus palabras

iban a alentar tanto las nuestras.

Permítame Usted, don Mario, permítanme todos los aquí presentes evocar, aunque más no sea un momento, a una mujer gigante como Benedetti. Estoy hablando de Idea Vilariño a quien quiero traer aquí a través de estos versos escritos para ella:

LA VOZ DE IDEA

En un jardín poblado de glicinas

oigo una voz, señora, y es la suya.

Lo sé por el aroma de las flores

y por el sol que tiene su mirada

y porque me conmuevo con sus versos

nacidos de la tierra fecundada.

 

Hoja por hoja, pétalo por pétalo

releo sus poemas en el aire.

Un escozor de ausencias y dolores

presiento entre mi pulso acelerado

por su poesía de daga y mariposa

que abre la puerta de un mundo inesperado.

 

Allí esta usted como lo estará siempre

Este es el primer siglo de otros tantos

Mañana oirán su voz, oirán su canto

como algo nuevo nacido de las ruinas.

En el páramo seco, entre las grietas,

su verso tendrá aroma de glicinas.

Por último, me quiero despedir, don Mario, con un hasta pronto, hasta cualquier esquina o cualquier calle o cualquier plaza, con estos versos escritos para Usted.

MARIO ESCRIBE Y ANDA

El hombre se agiganta

se vuelve un estandarte

una consigna.

Sus versos tienen música encerrada

que los músicos descubren y liberan.

Entonces nace el canto

que precisamos todos

para seguir andando

 

Vuelven las esperanzas

las banderas.

Cada baldosa es una ciudadana.

Nos muestran los pasos y las huellas

que dejaron las marchas de cien años.

Una pluma directa

necesaria y estoica

escribe nuestros cantos.

 

Muchas gracias.