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“Olguita” Celestino recibió el Premio Montevideanas

La Junta Departamental le entregó el Premio Montevideanas a Olga “Olguita” Celestino, activista por los derechos de la comunidad afro uruguaya, este viernes 2 de diciembre en Sala de Sesiones.

“Olguita” ha luchado incansablemente por la reparación integral de la comunidad afro uruguaya en tiempos de Terrorismo de Estado, e integra el colectivo “Volver a mi barrio”, que nuclea a un conjunto de vecinos y vecinas de los conventillos Medio Mundo y Ansina. Estos conventillos fueron demolidos luego de que sus habitantes fueran brutalmente desalojados por las fuerzas armadas de la dictadura cívico militar que sufrió nuestro país entre los años 1973-1985.

Celestino es una de las principales voceras del colectivo, y su causa tiene el propósito de reconstruir y resignificar el pasado, luchando por el reconocimiento, la justicia y la reparación integral de la comunidad afro uruguaya.

El premio Montevideanas es un galardón que la Junta entrega anualmente a una mujer de destacada trayectoria y gran aporte a la sociedad, que es seleccionada por parte de la Comisión de Equidad y Género del Cuerpo.

El reconocimiento a Olguita se entregó en esta fecha -y no en el marco del Día de la Mujer en el mes de marzo, como es costumbre para el Premio Montevideanas- por la cercanía con la fecha en que se produjo el desalojo de Medio Mundo, el 3 de diciembre.

El presidente de la JDM, Nicolás Lasa, reconoció a Olguita como una mujer luchadora que dedicó su vida a una causa que busca arrojar luz y recuperar la memoria de estos hechos, que “son fruto del terrorismo de Estado aplicado a la población afro uruguaya”. Sobre el desalojo, agregó que la medida buscaba asignar lugares de la ciudad en función de las características de las personas y que fue una decisión política el expulsar a las familias de los conventillos del centro y enviarlos a la periferia.

También comentó que a las familias que fueron expulsadas, en su momento, les fue negada la condición de víctimas, haciendo que fueran revictimizadas. “Intentaron arrancarlas de su lugar”, señaló Lassa, pero desde ese momento “mujeres como Olguita se convirtieron en motor de sus comunidades y desplegaron su lucha por todo Montevideo”, finalizó el presidente.

“El desalojo de la población de los conventillos representa un delito de lesa humanidad, que explica la segregación territorial de la comunidad afro hoy en día”, comentó la presidenta de la Comisión de Equidad y Género de la Junta, Patricia Soria. Agregó que “no se quería a esta población en un lugar tan privilegiado de la ciudad, junto al mar” debido a que ya se tenían planes de construcción para esa zona.

También afirmó que hay que hacer cosas que marquen el rumbo político y que fuercen la historia para que hechos como este no se vuelvan a repetir y recordó una frase de la filósofa estadounidense Angela Davis: “no basta solo con no ser racista, hay que ser anti racista”.

Varios ediles que hicieron uso de la palabra destacaron que este homenaje está dirigido tanto a Olguita como para la comunidad que representa, y que pretende ser un hito más en el camino de las reivindicaciones de todo el colectivo afro. A pesar de esto, también mencionaron que este homenaje no es suficiente, por más merecido que sea, sino que hay que seguir luchando hasta que los hechos sean reparados.

Olguita comentó que hace todo este trabajo porque siente el deber de hacerlo, y porque a mucha gente debe transmitirle “que tienen derechos, que pueden estudiar, que tienen honor y que pueden aspirar a más”. También afirmó: “estamos resistiendo a pesar de que somos una población muy pobre, solicitando reparación y velando porque hechos como este no vuelvan a repetirse”.

Sobre ese último punto, dijo que no tienen rencor ni odio, sino que solo quieren resaltar la memoria para que la situación no se olvide y que la reparación llegue a las casi 100 familias descendientes de quienes fueron desalojados de Medio Mundo y las 300 de las que fueron desalojadas de Reus al Sur.