Se trata de la cuarta inauguración en el marco de la iniciativa Plazas de Barrio, que busca transformar y revitalizar espacios públicos en todo el territorio.
El acto contó con la participación de la alcaldesa Silvana Pissano, la intendenta interina de Montevideo, Mariella Mazzotti, el presidente de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay, Alberto Leira, y la concejala vecinal de la Zona 2, Susana Mecol Bonilla.
Durante su intervención, Silvana Pissano agradeció al equipo municipal, a la empresa constructora y a los arquitectos que participaron en el concurso, pero, sobre todo, al barrio:
“Nada de lo que hacemos es sin los vecinos y las vecinas. Esta plaza la construimos entre todas y todos. Recuerdo una nota que dejaron niños y niñas durante la obra, pidiendo que no sacáramos los árboles. No solo los conservamos: también plantamos más. Cuidar el ambiente y crear espacios para el encuentro es parte del compromiso con una ciudad más habitable”.
Mariella Mazzotti destacó el valor de estos espacios como símbolos de convivencia:
“Las plazas son lugares democráticos. Son albergues donde podemos estar, compartir y aprender de las diferencias. Montevideo ha crecido apostando a los gobiernos locales, y eso ha permitido que las voces diversas tengan cabida en la toma de decisiones”.
En la misma línea, Alberto Leira valoró el enfoque participativo y el papel del concurso en garantizar calidad y concreción:
“Por primera vez, la Sociedad de Arquitectos del Uruguay participó en un llamado del tercer nivel de gobierno. El concurso de licitación da garantías a todas las partes, y además asegura la concreción del proyecto. Este espacio es una muestra de lo que se logra cuando hay articulación entre los saberes técnicos y las voces barriales”.
Por su parte, la concejala Susana Mecol Bonilla subrayó la importancia de estas obras para la convivencia cotidiana:
“La recuperación del espacio público es una de las tareas fundamentales de nuestro Concejo Vecinal. Esta plaza es una muestra muy significativa de lo que queremos: lugares de disfrute, de seguridad y de encuentro para todas las generaciones”.
La actividad fue una verdadera fiesta barrial, a la que también se sumaron vecinos y vecinas de Palermo, que respondieron a la invitación y disfrutaron, junto a las infancias, de una ludoteca de circo.